lunes, 4 de abril de 2016

Vigilia.

El poeta es triste de por sí, la melancolía le acompaña en la vigilia, momento en el cual florece el desprecio por su ser, y la eterna lucha por el amante, que quiso serlo , que dejó de serlo porque siempre habrá quien le supere.

El odio y la rabia caminan juntos en su pluma para componer una muerte, otra más, en la que el mundo seguirá igual. El recuerdo que perdurará en la historia será un estorbo para con el egoísmo, la  hipocresía palpitante de esta sociedad esclava de la estética, de Sálvame, de MYHYV ... esclava de la demagogia vital.

Quieren tenerlo todo con el mínimo esfuerzo, da igual a quien arrollen. Machado me llora por ver que en vez de luchar por sus derechos y libertades, duermen en sus camas ignorando las manifestaciones que tantas vidas costaron celebrar.

La poesía honra a la utopía,el amor que merecemos y no llega,
la libertad que merecemos y no luchamos, la democracia que no tenemos y creemos tener, al margen de que el alcance que tiene es inversamente proporcional a la calidad versada en ella.

Vivid, luchad, versad.

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